El equilibrio del pH en nuestras zonas íntimas es un aspecto fundamental de nuestra salud general, pero las prácticas incorrectas de higiene pueden alterar este delicado equilibrio. La irritación, picazón y malestar son síntomas comunes de un pH desequilibrado, que, si no se trata, puede conducir a infecciones más graves como vulvovaginitis, vaginosis, o incluso cistitis y enfermedades de transmisión sexual.
En este blog, abordaremos cómo establecer y mantener hábitos saludables de higiene íntima que respeten y promuevan un pH adecuado. Además, discutiremos los signos de alerta de que algo puede estar desequilibrado y cómo actuar frente a estos problemas para mantener una salud íntima óptima.